Domingo, 12 de marzo de 2000, ESPECTÁCULOS, CLARÍN

 

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON LOS REDONDOS

"No estamos para educar a la gente"

En seis horas de charla, el Indio Solari, Skay y Poli hablaron de los shows del 15 y 16 de abril en river, de la violencia, del disco que están grabando, de la fama, de su acuerdo con Grinbank y... de todo.

Los redondos somos nosotros tres", dice el Indio Solari a poco de comenzar la charla extensa que durará desde las ocho y media de la noche hasta casi las tres. Así se separan definitivamente las aguas y así se abrirán las puertas que desandarán el camino. Para un viaje, valga, hacia el fin de la noche. Distendidos, Solari, Skay Beilison y Poli hablaron de casi todos los temas que les gusta hablar y de algunos otros que no aprecian especialmente. Así pasaron nombres y apellidos, obsesiones profundas, asuntos propios y ajenos. Sin olvidarse del aviso de los próximos shows de River: el 15 y 16 de abril, con puertas que abrirán a las 14 y con un concierto que comenzará (puntual9 a las 20. Sin olvidar tampoco curarse en salud: primero, diciendo que esta vez el control de acceso y seguridad serán los mismos que cubren los shows internacionales. Después, con cautela, midiendo la posibilidad (poco probable) de que no llenen la cancha más grande de todas las muchas que ya han hecho. Una manera, si se quiere, simpática de insistir con aquella máxima de la prehistoria ricotera: "Ésta puede ser la primera y la última noche". La primera, claro, no es. Y las últimas, aparentemente, tampoco. De todos modos, tendrá un toque de nostalgia: "Será un recorrido por todas las épocas de la banda, haremos temas que hace mucho no tocamos", dicen.

Y en esta continuidad de ideas y proyectos, sin falta hablarán de música: el nuevo disco, lo que tocarán en los shows, el rock como cultura. Sin falta mencionarán la violencia, la fam, la paranoia que trae el reconocimiento pasivo, los rumores de separación.

 

"No quiero hablar de casos personales. No quiero hablar de las cosas que no me interesan, porque me parece que es estar pugnando con la susceptibilidad de la gente. Yo prefiero no conocer a mis colegas y no opinar sobre ellos: prefiero ser testigo de las obras.", dice Solari. Sin embargo, como una ráfaga, la encendida verba del Indio Solari cita nombres y apellidos con el objetivo de redondear alguna idea. Así, el cuartetero Rodrigo se choca con Cavallo y Beliz, Chico Buarque con Jimi Hendrix o el periodista Enrique Symns... A continuación algunos conceptos o referencias vertidos, de un modo siempre anárquico y como casual, sobre otros músicos solistas y bandas del rock nacional:

CHARLY GARCÍA: "Cuando uno compite con un personaje público la está cagando. Por más que te tires de un noveno piso o hagas lo que quieras. Son cuestiones que tu personalidad te esta pidiendo por distintos motivos. Cuando una personalidad pública está nutrida por el anecdotario... (...) Qué sé yo porque se tiró. El dijo que fue por placer y yo no puedo hacer otra cosa que creerle."

LUIS ALBERTO SPINETTA: "Prefiero no hablar. No tengo relación con su obra (...). El primer disco de Almendra, como el de Manal, me parece maravilloso."

ANDRÉS CALAMARO: "Así como el nos homenajeó -o como cuernos quieras llamarlo- haciendo La bestia pop en vivo, yo quiero decirle que su disco me gusto mucho. Hasta me gusta como lo tituló, Honestidad Brutal... me interesó el atrevimiento de hacer esa hemorragia musical, sin contención, con una producción tambaleante. Algunos temas parecen hechos en el baño. Desde su etapa española hasta acá, es la poesía que a mí más me gusta de él. Esa poesía trapera, medio pícara, está muy bien."

FABULOSOS CADILLACS: "Aunque no me apasionan me gusta el pulso de lo que están haciendo".

LUCA PRODAN: "A mí me gustaría que Luca estuviera vivo para seguir escuchando sus canciones. No me interesa que una vida se utilice como justificación de la obra. El dolor, implícito en una obra, tiene que desgarrarte desde la obra."

LOS PIOJOS: "Me gustan."

RATONES PARANOICOS: "(...) Los danger Four de los Stones"

 

LA INTIMIDAD

Hay un living amplio, cuatro sillones y una mesa. En la mesa, una botella de escocés, cerveza y un cavernet merlot. El Indio toma whisky, Skay cerveza y Poli vino. "Estoy medio jodido. Acidez. El whisky me va a hacer bien", comenta Solari y prende el primero de los veinticuatro cigarrillos que se fumará a lo largo de la entrevista.

La verborragia del Indio Solari, esa arenga constante, es la gran estrella de la noche. Abnda en palabras que van de, por ejemplo, la cibertecnología al más rancio lunfardo. El entremido de las frases es elegante y caótico. Skay acota en silencios, con pequeñas sonrisas y bamboleos de cabeza. Poli mira todo como una madre orgullosa. Repone botellas y, a la medianoche, impacta con dos bandejas de empanadas. La casa es de la pareja Skay-Poli queda en Palermo viejo y tiene una decoración llana y una pulcritud burguesa. Al fondo se adivina un jardín donde, se dice, Poli cría arañas.

La charla es siempre acalorada, siempre gentil. El Indio sobrevuela diversos temas desde un ángulo intelectual y emotivo. Como cuando se refiere a la situación de los presos en las cárceles argentinas. "Viven hacinados, viven en un estado desastroso. Loco, así no se trata a seres humanos..." El Indio se quiebra hasta las lágrimas. Con vergüenza viril se tapa la cara. A los pocos segundos se repone y, con los ojos rojos, dice conmovido: "Perdónenme".

 

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