Domingo 15 de abril de 2001, ESPECTÁCULOS, CLARÍN

A partir de mañana la producción de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota -con un pie en Buenos Aires y otro en Montevideo- entra en la recta final para la puesta en escena de los shows que la banda de rock más convocante de Argentina dará el 22 y 23 de abril a partir de las 20 en el Estadio Centenario. El miércoles, entonces, 4 camiones cruzarán la frontera por el puente Fray Bentos transportando sonido, iluminación, tarimas, tablones y revestimientos para el escenario. Dos días después llegará el grupo que se instalará en las afueras de Montevideo con vistas a un ensayo general pautado para el sábado.

"El escenario estará ubicado contra la tribuna olímpica pòrque en el Centenario no se permiten e4spectáculos que usen el césped", explicó el ingeniero Daniel Panebianco, productor técnico del grupo desde aquel show de diciembre de 1993 en la cancha de Huracán. De hecho, el último concierto que se hizo utilizando la cancha fue con un show masivo de Los Olimareños en 1984.

La producción desestimó la posibilidad de alquilar un cobertor -como el que se usó en los recitales de River- por razones de costo: hubieran sido necesarios doce camiones más para transportar el plástico. La tribuna olímpica tiene capacidad para 24000 personas y la distancia con el escenario es de quince metros hacia la platea y sólo treinta hacia el anillo inferior. El dato no es ocioso: el grupo estará a la vista de todos y, de hecho, no se instalarán pantallas de video. En ese sentido se ha previsto un escenario de poca profundidad y dos torres de 18 metros para alojar el sistema de sonido a loa costados del escenario.

La última vez que los Redondos tocaron en la capital uruguaya fue en el Palacio Peñarol en 1989. Entonces, el fenómeno aún no había detonado y el grupo ni siquiera agotó las localidades. Ahora son tres las generaciones que transformaron a la banda en un culto. "No es un grupo que se escuche en la radio y sin embargo las entradas para el primer show se agotaron veinte días antes. Acá todavía funciona más la escucha privada y el boca a boca". Sugirió Carlos García Rubio, responsable de producción de ala uruguaya.

Teniendo en cuenta la capacidad de público por función, el operativo de seguridad es considerable. 300 policías custodiarán los accesos y 200 empleados de seguridad privada al ingreso al estadio. Además, el Ministro del Interior uruguayo prevee un dispositivo especial en el ingreso por Fray Bentos. "Nos preocupan especialmente los avisos de micros que ofrecen viaje con entradaincluída: ya se detectaron falsificaciones", contó García Rubio.

Desde hace más de un mes, el grupo viene ensayando cuatro horas diarias - el Indio Solari se incorporó a la rutina hace veinte días para "la presentación sutil", en palabras de la manager Poli, del álbum Momo Sampler. Es llamativo que el grupo no utilice esta vez las escenografías de Rocambole: como fonfo del escenario habrá dos telones, uno blanco y otro negro.

Sí estará presente el salto tecno que los Redondos dieron en los dos últimos discos. Cada uno de los miembros dl grupo contará con auriculares inalámbricos (de diseño anatómico) que sirven de monitoreo personal. Así, cada músico, escucha sólo lo que quiere escuchar y se elimina el sobre volumen dentro del escenario. Este sistema fue entrenado por el grupo en los shows en River.

Además por primera vez en mucho tiempo, los Redondos tendrán teloneros. El domingo abrirá la jornada el grupo de percusión La Tribu Mandril (que vienen del cerro) y el lunes estarán los candomberos de Zevelé (del Barrio Sur). "No lo pensamos como un soporte sino como un aditivo, un regreso al varieté de otaras épocas", explicó Poli.

La manager, sostuvo también, que las fechas de Uruguay no surgieron como reemplazó a las que el grupo tenía pautado en River Plate el 4 y 5 de mayo. "Nos tocó entragar todo el papelerío para la habilitación justo cuando fue el cambio de Ministro del Interior. Era un momento complicado y preferimos esperar para más adelante". Así, en el bunker de los Redondos se especula con una fecha porteña para el receso del campeonato de fútbol (junio) o, directamente, para después de la primavera. Se verá.